Del éxodo

Corría el año 2005, mi presencia se había trasladado desde la tierra de los elfos hacia un universo nuevo aún por descubrir... la ETSIT. No sabía aún que había recalado en uno de los confines de mayor concentración de frikismo de todo el planeta, pero no tardé en darme cuenta, con la cantidad de individuos extraños que allí habitaban y con los que no tardaría demasiado en compartir algunos episodios (y no eran de la guerra de las galaxias) cada cual más bizarro. De cualquier forma, después de haber pasado allí unos cuantos meses decidí que el último año de carrera, llegase cuando llegase (en teleco se sabe cuándo entras... la fecha de salida es incierta), abandonaría ese antro de perversión que en los años siguientes se demostraría convierte a las personas normales como yo era (...si, bueno... si cuela cuela, no?) en extraños personajes repletos de peculiaridades. El destino aún no estaba elegido, pero en los años sucesivos las opciones se limitaron a Chicago y Francia. El uno significaba estudiar en los estados unidos, el otro... aprender francés?... si puede ser eso.

Al final, decidí que Chicago estaba muy lejos, que era muy caro ir hasta allí, que iba a hacer un frío de cuando el grajo vuela a trompicones (-20ºC en invierno) y que además sólo iba a tener 2 idiomas. Por tanto la cosa se redujo a Francia, donde podría "mejorar" mi francés, y digo "mejorar" porque hacía 5 años que no lo tocaba. Dentro de Francia había 2 escuelas que me apetecían, Telecom ambas... Paris y Bretagne. Problema de París... no me gusta para vivir, por lo tanto sólo quedaba acercarse a la Bretaña francesa a ver cómo se daba la cosa. Para mi sorpresa, además, conseguí una modalidad de doble diploma que me permitirá acabar con mi diploma de ingeniero en España, diploma de ingeniero en Francia, y diploma de master en Francia, voy a parecer el coleccionista de títulos :D. Así pues, desempolvé mis libros de francés y preparé con gran antelación (un mes y medio o así) el examen que con muchísima más antelación (un mes y tres semanas más o menos) me habían dicho que tenía que pasar para obtener el nivel B1 de francés, requerimiento absoluto añadido ese año. Al final lo logré y aquí estoy, así que bueno, tampoco está tan mal.

Después de eso llegó la hora de la partida... se produjo en el mes de agosto, aunque el curso no comenzaría hasta octubre. El motivo, un curso intensivo de francés al que creí conveniente asistir dada mi casi precaria situación con el gabacho idioma.

Y de esta forma el oso llegó a bretagne y comenzó su andadura de unos años adquiriendo el conocimiento necesario (sobre el idioma, porque lo que es conocimientos técnicos no muchos). En el próximo episodio, "Del verano y la llegada de las lluvias". A no ser que tengáis alguna sugerencia.

Besos y abrazos!

PD: Y para acabar... bueno, canción y eso, que si no esto queda mu soso...
Adivina adivinanza Así os reís un poco ;)

El comienzo

Bueno, parece que ya llegó la hora en la que decidí(o eron) que debía comenzar mi andadura por las tierras cibernéticas del blog. Haría un comienzo así en modo Silmarillion con la creación de los continentes que darán forma a este mi espacio de esparcimiento, pero... bueno qué cosa... voy a hacerlo XD.



En el principio, sólo estaba el animal mayor de la creación y única existencia, el Oso. Había habitado los vastos mundos creados a su antojo durante algún tiempo y se encontraba un día regocijándose en su contemplación cuando una vocecilla proveniente de su interior lo empujó a seguir con su proceso creativo que nunca habría de terminar (a no ser que los seres supremos también algún día lleguen a su fin, eso ni él lo sabía). Fue así que el Oso se decidió a crear un nuevo espacio en la red, un diario de frecuencia inconstante donde empezaría a reflejar aquellas cosas que le pudieran atormentar o quisiera compartir con otros seres ya fueran de su creación, o de la creación de sus creaciones (iterar esto hasta el infinito si se gusta).

Bueno, y con esta parida queda inaugurado este espacio multiforme que iré rellenando cuando me vaya acordando de que existe y tenga algo que decir aparte de que sigo con vida y tal y pascual. El nombre del blog, sencillo, un disco soberbio de un cantautor español genial, Javier Krahe, os animo a escucharlo, y además creo que hasta voy a poner la foto de la carátula (si encuentro dónde, parece que sí).

Y con esto ya me despido hasta la próxima, espero no se hayan aburrido contemplando mi verborrea insoportable. A más ver.